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En deuda. Así quedaron ambos equipos por el discreto partido que ofrecieron. Más todavía si se toma en cuenta lo que los dos elencos, a esta altura del torneo, se están jugando. Por el lado de los cremas, la obligación, por la historia y tradición del club que representan, de alejarse definitivamente del fantasma de la baja. En lo que respecta a los moqueguanos, la posibilidad, en esta su primera experiencia en la Profesional, de acercarse cada vez más a la Copa Sudamericana.
Cuando hay tanto en juego uno espera que los protagonistas tomen conciencia de ello y jueguen como si fuera la final de la Copa Libertadores (ya, ya, por lo menos la final del Descentralizado o de lo que sea). Pero este sábado sucedió lo contrario. Como si se hubiesen puesto de acuerdo para darnos la contra, los integrantes de ambos cuadros nos ofrecieron un espectáculo paupérrimo. Fue empate a uno, que no dejó contento a ninguno. Menos, claro está, a los hinchas que fueron al estadio.
Como para no desentonar del pálido nivel de dicho encuentro, los dos goles concretados fueron gracias a horrores defensivos. El primer ‘regalito’ fue de la gente de Cobresol. Pelotazo al área moqueguana y una brutal descoordinación entre Ubillús y el portero Sotillo le permitió a Johan Fano inaugurar la cuenta a los 10’.
El juego continuó entre el bostezo y la desesperación de los aficionados -y televidentes, claro- hasta que otro pelotazo, esta vez al área merengue, encontró mal parado a Néstor Duarte y éste fue superado, a base de potencia, maña y sentido común, por el colombiano Leonardo Mina Polo quien marcó el empate a los 35’.
De ahí en más, poco para resaltar, salvo las ocasiones desperdiciadas por Fano y Rabanal. La ‘U’ intentó, pero careció de contundencia y de esa cuota de suerte que lo acompaño en esa abnegada y encomiable participación en la Sudamericana. Fin del partido, pero no de las dudas sobre el destino del club crema. Ha sumado 33 unidades gracias a este punto ganado, pero debido a su coyuntura actual uno ya no tiene muy claro si ganó uno o perdió dos. ¿Qué piensan ustedes?