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Hace unos días el ignoto entrenador de CNI, Jorge Giordano, (¡mucho gusto!), declaró que con seis puntos más el cuadro loretano podría salvarse de la baja. Sus cálculos no están del todo errados, pero lo que olvida el uruguayo es que dependen también de otros resultados y, sobre todo, que tienen por delante compromisos durísimos en los que me temo no la pasarán tan bien. Así las cosas, lo mejor sería dedicarse a trabajar y no vender humo a la sufrida hinchada de Iquitos.
Son nueve unidades que faltan disputarse y CNI (27) está a tres puntos del antepenúltimo que es Vallejo (30). Lo que le resta al elenco ‘Charapa’ no es nada fácil por cierto. Esos tres rivales, coincidencias de la vida, son equipos que juegan en altura y todos ellos buscan algo en común: su pase a la Copa Sudamericana. CNI será visitante en dos de sus restantes tres encuentros.
Su primer gran escollo será Cienciano a quien tendrá que visitar en el Garcilaso del Cusco. El cuadro que dirige el ‘Viejo’ Jurado sabe que, luego de haber estado varias fechas liderando la tabla al inicio del Descentralizado, ir a la Sudamericana es la única forma de salvar el año. Además, pretenderán resarcirse de la floja y hasta patética actuación que tuvieron en Chiclayo donde les encajaron cinco goles.
El siguiente oponente de los iquiteños será Inti Gas como local. Si bien los ayacuchanos no han sacado buenos resultados actuando de visitantes, eso no quiere decir que vayan a ser una perita en dulce para CNI. Las dudas se acrecientan más todavía si tomamos en cuenta que una de las razones por la que está atravesando esta situación -ojo, futbolísticas- es que en la mayoría de los partidos en su fortín no ha sabido hacer prevalecer su condición de local. Ha perdido muchos puntos en casa y eso, tarde o temprano, te pasa factura.
Luego, en la última fecha tendrán que trasladarse a Moquegua para medirse con Cobresol. Los pupilos de Teddy Cardama intentarán cerrar con broche de oro esta su primera experiencia en la Primera División. Como ven, tamaña empresa la que le espera a la escuadra de Iquitos. Por eso, nos extraña que su entrenador rezume un optimismo desmesurado. Y claro que se debe ser optimista, pero no por eso dejar de lado la realidad. Y la realidad en estos momentos para CNI es crítica y no es aconsejable que se maquille. Es, incluso, hasta contraproducente.
No se piense tampoco que mi deseo es que baje CNI. Por el contrario. Sería una pena que descienda porque se estaría perdiendo una buena plaza para el fútbol peruano. La hinchada loretana debe ser la que mejor entiende lo que debería ser este deporte en las tribunas: una fiesta. Bandas de música, bailarinas con trajes típicos, familias enteras siempre dicen presente en las graderías del Max Austin para alentar a su equipo. Son, sin duda, la afición más colorida. Por ellos, no por sus seudos dirigentes, espero que se salven. Sólo por ellos.